Desde esta sección sindical se ha solicitado documentación por vía judicial para intentar aclarar las discrepancias que surgieron en la toma del acuerdo del mes de marzo. Para ello se ha utilizado el único articulado que la ley permite, y que obliga a que el comité de empresa figure como codemandado en el trámite (hay sentencias que impiden hacerlo de otro modo).
Esto es así también porque entre la documentación solicitada figura el registro de las votaciones que está en poder del comité. Además, se pide el censo electoral a la empresa para contrastar un documento con otro. Ese día la participación subió hasta las 314 personas, nos parece un número demasiado elevado sabiendo que hubo gente que no votó.
Queremos compartir algunas de nuestras dudas: si nos encontramos con que ha habido más votos que votantes, que ha votado gente que no pertenece al teatro, que no está dentro del convenio o incluso personal directivo, que algunas personas han votado varias veces… ¿Qué deberíamos hacer? ¿Seguir aceptando el acuerdo sin más? En fin, creemos que son preguntas que se responden solas.
Quedan más dudas por resolver, una de las más importantes es si el teatro contaba entonces con el visto bueno por parte de la Administración para aplicar un ERTE. La FTR ha contestado que sí, pero como no nos ha mostrado documento alguno a ese respecto tenemos que seguir dudando de la presunta buena fe con que negoció, teniendo en cuenta que existen aún discrepancias en si se podía/debía haber aplicado y que no se ha utilizado esa vía ni en el Liceu ni en el Palau de les Arts.
Entendemos que planteamos situaciones difíciles de afrontar y que hay un panorama extremadamente complejo a todos los niveles. Durante la negociación dimos una voz de alarma y llamamos a no precipitar la toma de decisiones sin tener datos objetivos con los que valorar la oferta de la empresa. Con la misma intención de entonces iniciamos ahora este proceso: obtener unas condiciones no abusivas para la plantilla y equilibradas con el momento actual.
También queremos dejar absolutamente claro que no buscamos perjuicio alguno para ningún miembro del comité de empresa, algunas decisiones que tomaron pudieron no ser acertadas pero fue por culpa del ritmo impuesto por la FTR, a quien llegado el caso sí se le pedirán las oportunas responsabilidades.