Causa un especial placer corroborar que, los mismos criterios que ha defendido CGT en torno a la compensación de gastos por teletrabajo, sean compartidos por la Directora General de Trabajo, que es quien elabora la norma y quien le puede decir lo que significa, de primera mano, a la Inspección de Trabajo. Esto es lo que ha sucedido en una reunión celebrada el 29 de julio de 2021, a petición de la Dirección General de Trabajo, y a la que han asistido la representación empresarial de la mesa de convenio y las distintas representaciones sindicales.
Contrariamente a las tesis defendidas en la mesa negociadora por parte de las empresas, el criterio de la autoridad laboral es que sí se deben compensar los gastos, que apenas hay empresas que los hayan compensado dentro del sector y que el pago de los mismos debe ser desde que comenzó el teletrabajo (marzo de 2020) y no desde la fecha de entrada en vigor del Real Decreto de Teletrabajo (octubre de 2020). Como recordareis, esta fue una de las cuestiones más discutidas en aquel simulacro de negociación que usaron las empresas para ganar tiempo y que acabó sin acuerdo en febrero de este año en la mesa de convenio. El abogado de la patronal nos decía que «estábamos locos» defendiendo este criterio de que el pago debía ser desde marzo. Pues hoy se lo ha repetido la máxima autoridad laboral.
Porque han sido las plantillas quienes han mantenido a flote las empresas durante los peores tiempos de nuestra historia reciente. Han sido las plantillas quienes han puesto sus equipos de trabajo, su electricidad y su mobiliario en muchos casos.
¿Cómo han reconocido las empresas este esfuerzo? De ninguna manera. Eso sí, gracias al tremendo ahorro que han tenido, han aumentado sus beneficios a costa de que los trabajadores y las trabajadoras corrieran con gastos que no les corresponden. No solo no es justo, sino que no es legal.
Suponemos que las empresas tratarán de seguir ganando tiempo. Es lo que suelen hacer cada vez que se tienen que abonar un euro a las plantillas. Pero alguien ya les ha marcado claramente cuál debería de ser el camino a seguir para no convertir esto en el enésimo conflicto inútil del sector auspiciado por la patronal Acex. Ya tuvieron que ceder cuando se empeñaron en que no iban a instaurar un registro de jornada adaptado a la normativa.
Pues bien: el mismo órgano que hoy les ha leído la cartilla fue el que, en aquel momento, los convenció de que no les quedaba otra que cumplir la ley.
