El pasado 11 de junio tuvo lugar la 5ª reunión de la Mesa de Negociación del Convenio de Banca.
Como suele ser ya habitual, previamente a la negociación se volvieron a tratar varios temas.
En primer lugar, desde CGT insistimos nuevamente en que se nos facilitara los datos relativos a la variación del Resultado de la Actividad de Explotación (RAE) sectorial de 2018 respecto al de 2014, que de experimentar un crecimiento incremento igual o superior al 15% daría lugar a un incremento en las tablas salariales del 0,25%, y de ser igual o superior al 30% conllevaría una percepción única del 0,25% sobre el Salario Base Anual.
La AEB manifiesta poder hacer entrega de esa información en esta semana.
Desde CGT entendemos que resulta inadmisible tal dilación a estas alturas, toda vez que hace meses que las entidades bancarias tuvieron que remitir esos datos al Banco de España, y ya la práctica totalidad de ellas han publicado sus cuentas anuales de 2018.
En segundo lugar, desde CGT volvimos a requerir a la patronal para que aceptase un Incremento Salarial del 2% a cuenta del futuro convenio. Solicitud perfectamente razonable, considerando que aunque está pendiente de acuerdo la subida de 2019 ya ha transcurrido la mitad de este año sin subida alguna, y asumible para esta patronal bancaria que obtiene ingentes beneficios, teniendo en cuenta, además, que en otros sectores productivos menos rentables se están acordando subidas superiores a esta petición.
La respuesta de AEB sigue siendo negativa a cualquier incremento salarial a cuenta. Según nos manifiestan, el tema retributivo se tratará en su momento, no ven la urgencia. Seguramente, de percibir los altos cargos de los bancos unos salarios similares a los de la generalidad de las plantillas, entonces sí la verían.
En esta ocasión apenas se trató de la formación obligatoria para empleados/as que comercialicen, asesoren o intermedien en la concesión de créditos inmobiliarios, que dispone la nueva ley 5/2019, cuyo cumplimiento ha de hacerse antes de fin del mes de Julio.
No obstante la importancia de este tema para los trabajadores a los que afecta, que para su quehacer diario necesitan cuanto antes estos conocimientos y tener su certificación oficial, parece ser que a la patronal bancaria ya no le corre tanta prisa. Según se dice, han logrado una moratoria hasta 2020, y los empleados y los clientes pueden seguir esperando.
Lo que sí se volvió a discutir fue el asunto de los medios que la patronal bancaria viene proporcionando a la representación sindical, los créditos horarios extraordinarios para delegados sindicales a nivel sectorial, cuyo número ahora fijan en 52.
AEB, CCOO y UGT han presentado una nueva versión desdoblada, con idénticos resultados, de la anterior propuesta. Ahora en dos tramos en los que establecen una redistribución interesada y abusiva: 34 delegados (el 65%) para que atiendan las necesidades del Convenio ya vencido, en tiempo de ultraactividad, con aplicación de un porcentaje de representatividad obsoleto, y en el que CGT quedamos excluidos, y por otra parte únicamente 18 delegados (el 35% restante) para negociación del nuevo convenio, cuando éste requiere todo un proceso negociador completo.
De esta forma, ambos tramos conjuntamente conducen a la siguiente situación:
Esta situación sería algo parecido a que 2/3 partes del actual Parlamento español siguiera formada en función de los resultados electorales de 1978, cuando se aprobó la Constitución, dado que también sigue siendo necesario gestionar y administrar ese texto legal.
Como puede apreciarse, toda una verdadera burla a los trabajadores del sector que han participado en las elecciones sindicales del mes de Febrero de 2019.
Dado que mediante ese Acuerdo la AEB favorece injustamente a CCOO y UGT, y puede vulnerar nuestro derecho a la Libertad Sindical, y también nuestro derecho a la Negociación Colectiva, desde CGT estamos valorando su impugnación judicial.
Finalmente lo concerniente a la negociación del futuro Convenio, nuevamente ha quedado reducido al asunto del Registro de la Jornada.
La patronal aportó un documento donde expone sus directrices al respecto. Genéricamente admite que el sistema de registro debe ser objetivo, fiable y accesible. Pero no precisan ni detallan esas consideraciones, una evidente falta de concreción que no puede quedar a su conveniencia. Cuando desde CGT les instamos a que reconocieran que el inicio y finalización de la jornada ha de registrarse inmediatamente en ese preciso momento, no con posterioridad al mismo, y además de forma inmodificable, no respondieron con claridad.
Pero sin embargo, de lo que exponen en ese documento, y de sus comentarios en la Mesa, lo que sí queda bien patente es su obsesión por “el tiempo de trabajo efectivo” y “un sistema de registro que mida su valor diario”.
Como venimos diciendo desde CGT, el empresariado pretende convertir su obligación de registro de inicio y fin de la jornada laboral, en un “Control de tiempos”. Así, una vez descontado el que ellos no consideran tiempo de trabajo, y que el trabajador tendrá que recuperar, le servirá para compensar las horas extras no declaradas que se realizan.
