Ante la edición de la convocatoria de empleo público por parte de RENFE para cubrir puestos de trabajo de carácter laboral fijo de ámbito nacional y en la que se reserva un 2% para personas con discapacidad, en aplicación del Real Decreto 1/2013 de 29 de noviembre, el sindicato CGT se ha dirigido al Director General de Recursos Humanos solicitando que este cupo se vea aumentado hasta el 7%, según se recoge en al Art. 56 del Real Decreto 5/2015, de 30 de octubre por el que se aprueba la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público:
«1. En las ofertas de empleo público se reservará un cupo no inferior al siete por ciento de las vacantes para ser cubiertas entre personas con discapacidad, considerando como tales las definidas en el apartado 2 del artículo 4 del texto refundido de la Ley General de derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social, aprobado por el Real Decreto Legislativo 1/2013, de 29 de noviembre, siempre que superen los procesos selectivos y acrediten su discapacidad y la compatibilidad con el desempeño de las tareas, de modo que progresivamente se alcance el dos por ciento de los efectivos totales en cada Administración Pública.
La reserva del mínimo del siete por ciento se realizará de manera que, al menos, el dos por ciento de las plazas ofertadas lo sea para ser cubiertas por personas que acrediten discapacidad intelectual y el resto de las plazas ofertadas lo sea para personas que acrediten cualquier otro tipo de discapacidad.»
Desde CGT pensamos que existen los suficientes puestos de trabajo y facilidad para adaptarlos a las necesidades de estas personas y a la actividad normal laboral sin menoscabo de la calidad en la prestación del servicio hacia los clientes externos e internos de la empresa. Por lo que consideramos que la norma que pretende aplicar RENFE en la Oferta de Empleo Público perjudica notablemente los intereses y derechos de estas personas, y nos ofrece un rebajado y amputado grado de solidaridad y empatía social con este sector de la población.
CGT defiende una sociedad y un entorno laboral en el que todas las personas estén completamente integradas, valoradas desde la dignidad y la libertad absoluta que todo ser humano posee por el mero hecho de haber nacido. Una sociedad en la que no se discrimine por razones que deberían estar superadas desde hace decenios.
