A pesar de todos los esfuerzos de lucha por la justicia climática, se sigue muy lejos de escuchar a la ciencia y proteger el presente y futuro medioambiental.

En pleno auge de crisis sociopolíticas y económicas, seguimos enfrentando desastres naturales en todo el mundo, siendo las comunidades que menos contribuyen a ello las que más lo sufren.

Los países más contaminantes, como España, deben asumir su responsabilidad y deuda medioambiental e iniciar cuanto antes la transición económica y energética que la ciencia y justicia social exige.

Ante la emergencia climática, necesitamos que los tribunales nos escuchen más de cerca. Por ello, el 24 de septiembre salimos de nuevo a las calles. Esta vez, apoyando el #JuicioPorElClima, un litigio climático presentado en junio contra la inacción del Gobierno.

¡Os esperamos el 24!